Bernardo Monanni, secretario de la embajada florentina en Madrid, haciéndose eco, sin duda, de la inscripción del ángulo inferior derecho, en la que se alude, además de a Rheinfelden, a Waldzut, Sechim (Säckingen) y Laufenburg, todas ellas plazas cercanas a la primera, se refirió al cuadro como el socorro de las tres ciudades del Rhin por el duque de Feria. El duque aparece en el primer término, de pie, sobre un promontorio al abrigo de unas rocas, dando órdenes a sus oficiales. Luce la misma armadura y tocado que en la escena con El socorro de la plaza de Constanza, y señala con la mano derecha el campo de batalla, sosteniendo con la izquierda la bengala o bastón de mando. Al pie del ribazo, a un nivel más bajo, un escudero trae el caballo del general. En los planos intermedios aparecen un pelotón de jinetes con armadura, del escuadrón del duque, y la caballería, mandada por el teniente general Geraldo Gambacurta; algunos jinetes descienden al galope, por un camino junto al acantilado, para acudir al auxilio de las tropas que luchan en la vega ante la plaza fuerte. Al fondo se muestra, con profusión de detalles, el asalto a la ciudad, con soldados escalando los muros y parte de las tropas penetrando por las puertas y por una brecha abierta en las murallas. Denotando la victoria, sobre uno de los torreones cilíndricos, un soldado de las tropas españolas tremola la bandera blanca con el aspa roja de Borgoña. Como en La victoria de Fleurus, Carducho ha representado con precisión en el plano intermedio, ante las murallas, el orden de batalla de los tercios, con los piqueros formando grupos compactos de hasta treinta filas y los mosqueteros en los flancos de estos grupos. La victoria de Rheinfelden, celebrada por Felipe IV con una función religiosa en la iglesia del monasterio de San Jerónimo el Real de Madrid, dejó a los españoles dueños de la línea de comunicación entre Constanza y Basilea. Un dibujo preparatorio para este lienzo se conserva en el Bristish Museum. Su composición apenas difiere de la definitiva, si bien el oficial al que se dirige el duque en el primer término aparece cubierto con casco y las murallas de Rheinfelden apenas están indicadas. Por otro lado, en el dibujo aparecen inscritos, de mano del artista, los nombres de la ciudad asediada, Rheinfelden, y el de las otras dos insinuadas en la lejanía, arriba a la izquierda, Brisach y Basilea. Volk ha señalado que el grupo de los dos escuderos y el caballo que aparecen tras el duque procede de la escena de San Juan de la Mata despidiéndose de sus padres que pintó Carducho hacia 1623 para el convento de trinitarios descalzos de Madrid.
Fuente:
El Palacio del Rey Planeta. Felipe IV y el Buen Retiro, Museo Nacional del Prado, 2005.
Valiente y hermosa gesta del Duque de Feria, representada en ése hermoso óleo para la posteridad..
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