Historia de los Tercios Españoles: Gran Duque de Alba

Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel nació el 29 de Octubre de 1508 y murió en Lisboa el 11 de Diciembre de 1582. Fue un militar y político español que intervino desde muy joven en hechos de armas. A los seis años acompañó a su abuelo Fadrique, del que heredaría el título ducal, en la toma de Pamplona, en 1513. Fue el hombre de mayor confianza y obediencia del rey Carlos I de España y de su hijo y sucesor, Felipe II de España, mayordomo mayor de ambos, miembro de sus Consejos de Estado y de Guerra. En 1531 sirvió en diversas campañas del emperador Carlos I, y sobresalió en la guerra contra la Liga de Esmalcalda, a la que venció en la batalla de Mühlberg en 1547. Además, se distinguió en la Jornada de Túnez en 1535 contra el pirata Barbarroja. Con Felipe II, la influencia de Alba llegó a su cenit. Es considerado por los historiadores como el mejor general de su época y uno de los mejores de la historia y fue nombrado virrey de Nápoles y consiguió expulsar de Italia a los franceses.

El momento culminante de su carrera fue su etapa de Flandes, desde 1567 a 1573, enviado al frente de un ejército y con el cargo de gobernador general, para aplastar los levantamientos rebeldes y ordenó la ejecución de los condes de Egmont y de Horn, acusados de complicidad en los alzamientos. Derrotó totalmente a las tropas de Luis de Nassau en la Batalla de Jemmingen y a Guillermo de Orange en la Batalla de Jodoigne en los primeros momentos de la Guerra de los Ochenta Años.

La Creación del Tribunal de los Tumultos, llamado por los herejes, Tribunal de la Sangre junto con postura inflexible frente a los rebeldes, que eran ajusticiados en presencia del Duque hicieron que el levantamiento fuese total. La respuesta española no era menos y se produjeron sucesos como el saqueo de Malinas o la toma de Haarlem, momentos espantosos de aquella guerra. Tras estos sucesos en la corte de Felipe II se comentaba la mano dura del Gran Duque de Alba que no dejaban más opciones al rey que destituir a Fernando por Luis de Requesens. Fernando acabó mal visto en la corte, desterrado y exiliado en Uceda.

Estado retirado, con 72 años, fue llamado de nuevo en 1580 para doblegar la oposición portuguesa contra Felipe II, quien reivindicaba sus derechos dinásticos al trono de Portugal. Tras derrotar al ejército de Diego de Meneses en la batalla de Alcántara y conseguir la rendición de la flota lusa, el duque de Alba entró en Lisboa. Felipe ya podía ser nombrado también Felipe I de Portugal. El anciano duque fue nombrado condestable de Portugal y recibió el Toisón de Oro. En Lisboa vivió Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel sus dos últimos años de vida.

A orillas del Tajo y del Atlántico murió el Duque de Alba el 11 de diciembre de 1582. Allí morían setenta y cinco años entregados a la Patria, allí quedaba una vida siempre consagrada a nuestra Monarquía, a nuestra Religión y a Nuestra España.