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sábado, 23 de julio de 2016

La Guerra de los 30 años: El origen

Esta contienda empezó siendo una querella interna en el corazón del imperio germánico entre católicos y protestantes en Bohemia. Un enfrentamiento en torno a la liberad religiosa. La entrada de la Corona Española en apoyo de Austria en la guerra contra los protestantes había disparado la alarma en Europa.

Lo que empezó siendo un conflicto interno entre católicos y protestantes terminó por atraer a rivales y contendientes convirtiéndose en una guerra europea, donde ya no importaba la religión, pues países católicos lucharon entre sí, como por ejemplo Francia y España.




Cuando comenzó la Guerra de los 30 años, España disfrutaba de un breve período de paz con las provincias holandesas y Francia. A los pocos días de convertirse en rey Felipe IV concluía la tregua de los Doce Años, y ni españoles ni holandeses querían renovarla. En España, los partidarios de la guerra no iban a reconocer la independencia de las Provincias Unidas, y además las quejas de Portugal y de las Indias por la penetración comercial de los holandeses en las colonias hacía imposible el acuerdo. Además, se sumó la llegada del Cardenal Richelieu al gobierno francés que entró en el conflicto por el hecho de que Francia estaba rodeada y cercada por las tierras de los Austrias o de sus aliados. Quitando las puertas del mar el cerco era completo, hasta el punto que algunos llegaban a decir que Francia era el verdadero corazón del Imperio Español. 


Cardenal Richelieu.

A los franceses no le interesaban entrar de lleno en la guerra ya que España era demasiado poderosa en aquellos años, así que optaron por buscar aliados a los que azuzar a la batalla mientras reservaba sus fuerzas.

El primer aliado que atrajo el Cardenal Richelieu fue el Ducado de Saboya, el cual llegó a un conflicto abierto por la cuestión del Monferrato en 1615.

El gobierno y el oro francés respaldaron a todos los enemigos de la Casa de Austria que tuvieron a su alcance, ya fueran los holandeses o los príncipes protestantes alemanes y escandinavos. La propia Francia se metió de lleno en la guerra, siendo católica, uniéndose al bando protestante en 1635.

El Siglo XVII estaba en sus comienzos y España era la principal potencia de Europa, que tomaba como suyo cualquier conflicto que estallara por muy apartado que estuviera de su territorio, y eso incluía a los que se producía en la lejana Alemania.

Fuentes:

El Ejército Español en la Guerra de los 30 años. Pablo Martín Gómez.

Historia de España. José A. Hernández, Flora Ayuso y Marina Requero.




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