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domingo, 31 de julio de 2016

El Sitio de Ostende

  El asedio o sitio de Ostende se produjo en el marco de la guerra de los ochenta años y en esos años la España de Felipe III luchaba también contra Inglaterra, Francias y los otomanos. Los Tercios Españoles usaron el asedio para conquistar esa plaza fortificada. El asedio se trataba de batallas estáticas de una larga duración donde los sitiados como sitiadores padecían situaciones de enfermedades y hambrunas, los ataques más letales que sufrían ambos bandos.
 
Ostende, en 1601 era una ciudad pequeña de Bélgica y la principal ciudad de la costa belga. Por aquella época Ostende disfrutaba de una plaza fortificada defendida por unos 8.000 hombres y fuerzas navales angloholandesas. Era la única ciudad en manos holandesas enclavada en Flandes. Hasta mediados del S.XVI, se trataba de un pequeño pueblo pesquero, pero con el comienzo de la guerra, las Provincias Unidas se dieron cuenta de su importancia estratégica.



Y allí que llegó el Imperio Español y los Tercios Españoles, los de Rivas, Monroy y Villar, cercando dicha plaza. Parecía un cerco dificultoso y así lo fue, ya que duró tres años.

La primera salida de la plaza fue furiosa pero rechazada por el Tercio de Monroy, el maestre Monroy murió pronto de un cañonazo, y fue sustituido por Simón Antúnez. No fue el único maestre de campo que fallecería, ya que lo mismo le ocurrió a Juan de Bracamonte, el cual fue sustituido por Álvarez Juárez de Quiñones.
Durante meses se produjeron cañoneos, escaramuzas y contraataques entre sitiadores y sitiados, llegando a un punto en el cual parecía que la situación nunca parecía eterna hasta que se puso al frente de las tropas católicas el genovés Ambrosio de Spínola. De esta forma, Ostende supuso el inicio de la leyenda de unos de los personajes más importantes de los Tercios Españoles.
Spínola logró formar dos tercios de veinte compañías que incluían a unos dos mil soldados viejos españoles.
En 1603 Ambrosio de Spínola es nombrado como principal responsable de las operaciones militares. Paralelamente, en los ejércitos holandeses irrumpía la figura de Mauricio de Nassau, que atacó la ciudad de Grave con el objetivo de dividir al ejército católico y distraer a las fuerzas sitiadoras. Casi consiguió su objetivo, pues el cerco estuvo cerca de interrumpirse, pero gracias a la determinación de Spínola se pudo continuar el asedio. Spínola que se comprometió a continuar el asedio por su cuenta bloqueando completamente la plaza y llevó a cabo la construcción de nuevos diques y trincheras.

  
Como era habitual, el asedió se acompañó de una guerra de minas y contraminas, que hizo que las bajas españolas fueran tantas que Spínola tuvo que reforzarlas con alemanes. En septiembre de 1604 se consigue bloquear el canal que abastecía a la ciudad, y finalmente el 20 de septiembre de 1604, tras abatir parte de las murallas de la ciudad, el entonces gobernador de la misma rindió la ciudad ante Ambrosio de Spínola. Ostende estaría así en manos de la Corona durante el siguiente siglo, y las Provincias Unidas perdían uno de sus principales puertos bases.
Tras el fin de la campaña ambas partes estaban exhaustas, tanto vencedores como vencidos. Esta fue una de las causas de la paz de los 12 años, más si cabe debido al poco interés que Felipe III tenía en Flandes.
 
El asedio de Ostende fue, no en vano, la campaña militar más larga de la Guerra de los ochenta años, y en ella murieron, por parte de los vencedores, diecisiete mil muertos y, por parte de los vencidos, cincuenta y ocho mil.


 Fuentes:

-Tercios de España, la infantería legendaria de Fernando Martínez Laínez.


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