El
asedio o sitio de Ostende se produjo en el marco de la guerra de los
ochenta años y en esos años la España de Felipe III luchaba
también contra Inglaterra, Francias y los otomanos. Los Tercios
Españoles usaron el asedio para conquistar esa plaza fortificada. El
asedio se trataba de batallas estáticas de una larga duración donde
los sitiados como sitiadores padecían situaciones de enfermedades y
hambrunas, los ataques más letales que sufrían ambos bandos.
Ostende,
en 1601 era una ciudad pequeña de Bélgica y la principal ciudad de
la costa belga. Por aquella época Ostende disfrutaba de una plaza
fortificada defendida por unos 8.000 hombres y fuerzas navales
angloholandesas. Era la única ciudad en manos holandesas enclavada
en Flandes. Hasta mediados del S.XVI, se trataba de un pequeño
pueblo pesquero, pero con el comienzo de la guerra, las Provincias
Unidas se dieron cuenta de su importancia estratégica.
Y
allí que llegó el Imperio Español y los Tercios Españoles, los de
Rivas, Monroy y Villar, cercando dicha plaza. Parecía un cerco
dificultoso y así lo fue, ya que duró tres años.
La
primera salida de la plaza fue furiosa pero rechazada por el Tercio
de Monroy, el maestre Monroy murió pronto de un cañonazo, y fue
sustituido por Simón Antúnez. No fue el único maestre de campo que
fallecería, ya que lo mismo le ocurrió a Juan de Bracamonte, el
cual fue sustituido por Álvarez
Juárez de Quiñones.
Durante
meses se produjeron cañoneos, escaramuzas y contraataques entre
sitiadores y sitiados, llegando a un punto en el cual parecía que la
situación nunca parecía eterna hasta que se puso al frente de las
tropas católicas el genovés Ambrosio de Spínola. De esta forma,
Ostende supuso el inicio de la leyenda de unos de los personajes más
importantes de los Tercios Españoles.
Spínola
logró formar dos tercios de veinte compañías que incluían a unos
dos mil soldados viejos españoles.
En 1603
Ambrosio de Spínola es nombrado como principal responsable de las
operaciones militares. Paralelamente, en los ejércitos holandeses
irrumpía la figura de Mauricio
de Nassau, que atacó
la ciudad de Grave con el objetivo de dividir al ejército católico
y distraer a las fuerzas sitiadoras. Casi consiguió su objetivo,
pues el cerco estuvo cerca de interrumpirse, pero gracias a la
determinación de Spínola se pudo continuar el asedio. Spínola que
se comprometió a continuar el asedio por su cuenta bloqueando
completamente la plaza y llevó a cabo la construcción de nuevos
diques y trincheras.
Como era
habitual, el asedió se acompañó de una guerra de minas y
contraminas, que hizo que las bajas españolas fueran tantas que
Spínola tuvo que reforzarlas con alemanes. En septiembre de 1604 se
consigue bloquear el canal que abastecía a la ciudad, y finalmente
el 20 de septiembre de 1604, tras abatir parte de las murallas de la
ciudad, el entonces gobernador de la misma
rindió la ciudad ante Ambrosio de Spínola. Ostende estaría así en
manos de la Corona durante el siguiente siglo, y las Provincias
Unidas perdían uno de sus principales puertos bases.
Tras el
fin de la campaña ambas partes estaban exhaustas, tanto vencedores
como vencidos. Esta fue una de las causas de la paz de los 12 años,
más si cabe debido al poco interés que Felipe III tenía en
Flandes.
El
asedio de Ostende fue, no en vano, la campaña militar más larga de
la
Guerra de los ochenta años,
y en ella murieron, por parte de los vencedores, diecisiete mil
muertos y, por parte de los vencidos, cincuenta y ocho mil.
Fuentes:
-Tercios de España, la infantería legendaria de Fernando Martínez Laínez.
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